en el aleatorio de spotify empezó a sonar amándote cantada por rubén rada

Lucía
2 min readOct 30, 2021

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Vamos a estar en la vida del otro hasta que alguno de los dos se muera, me dijiste una vez. La muerte como punto final. Después pensé en la muerte como encuentro y dibujamos una idea que me dejó tranquila con nuestros destinos. Cuando estemos muertos queremos que entierren nuestras cenizas en una maceta, una de esas que parecen un cantero chiquito. Esto es un manifiesto y un pedido: si alguien lo lee y puede hacer que se cumpla, se lo vamos a agradecer con algún gesto fantasmal. Arriba unas plantitas. Pueden ser unas aromáticas o esas con florcitas que crecen fácil y rápido. Que nos pongan al sol y nos rieguen un poquito, con eso nos alcanza. No necesitamos tanto. / A veces siento que tu amor se parece mucho a tu forma de marcar libros. La carta que me escribiste para mi cumpleaños es como una reseña dulce y cuando me abrazás y acariciás es como cuando subrayás y además ponés un corchete para demostrar cuánto te encandiló una oración o un párrafo. / Hoy tengo ganas de meternos en el paseo de las artes y caminar con nuestros cuerpos enganchados. Pararnos en algún puesto de libros y comentar los títulos, encontrar sin buscar algún sentido en la disposición que les dieron sobre la mesa. Resguardarme ahí, en tu pecho, en tu abrazo. Sin disculparnos por tomarnos nuestro tiempo y fastidiar a otros transeúntes ansiosos por mirar mecánicamente. / Tengo ganas de sentarnos en el parque a compartir una lata de cerveza y enseñarte un juego de cartas para que, al final, me termines ganando. No me gusta perder. Pero me gusta que vos ganes.

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